El viento transmite el sonido de las hojas
trepando la roca.

Es la voz de un indómito pueblo

por miles de estrellas protegida.

(Rayen Kvyeh)

sábado, 4 de diciembre de 2010

Entrevista con Eduardo Quipainao Calfipan, comunero mapuche del parlamento de Coz Coz, en huelga de hambre desde el 15/09/2010


El miércoles 15 de septiembre, tres comuneros mapuche - Rodrigo Jiménez, Eduardo Quipainao y Jorge Weque - pertenecientes al parlamento de Coz Coz, iniciaron una huelga de hambre en la plaza principal de la ciudad de Valdivia, en apoyo a los presos políticos. A continuación, entrevista con uno de los huelguistas, Eduardo Quipainao Calfipan.



Eduardo Quipainao, Mapuche en huelga de hambre, Valdivia
Video extraido de: http://www.aldeah.org/es/entrevista-con-eduardo-quipainao-calfipan-comunero-mapuche-del-parlamento-coz-coz-huelga-hambre-desd

viernes, 3 de diciembre de 2010

Arauco tiene una pena (o Levántate Huenchullán)




Arauco tiene una pena
que no la puedo callar,
son injusticias de siglos
que todos ven aplicar,
nadie le ha puesto remedio
pudiéndolo remediar.
Levántate, Huenchullán.

Un día llega de lejos
Huescufe conquistador,
buscando montañas de oro,
que el indio nunca buscó,
al indio le basta el oro
que le relumbra del sol.
Levántate, Curimón.

Entonces corre la sangre,
no sabe el indio qué hacer,
le van a quitar su tierra,
la tiene que defender,
el indio se cae muerto,
y el afuerino de pie.
Levántate, Manquilef

Adónde se fue Lautaro
perdido en el cielo azul,
y el alma de Galvarino
se la llevó el viento Sur,
por eso pasan llorando
los cueros de su kultrún.
Levántate, pues, Callfull.

Del año mil cuatrocientos
que el indio afligido está,
a la sombra de su ruca
lo pueden ver lloriquear,
totora de cinco siglos
nunca se habrá de secar.
Levántate, Callupán.

Arauco tiene una pena
más negra que su chamal,
ya no son los españoles
los que les hacen llorar,
hoy son los propios chilenos
los que les quitan su pan.
Levántate, Pailahuán.

Ya rugen las votaciones,
se escuchan por no dejar,
pero el quejido del indio
¿por qué no se escuchará?
Aunque resuene en la tumba
la voz de Caupolicán,
levántate, Huenchullán.

Violeta Parra (1960-1963)

INTRODUCCIÓN: INKATUN (pedir ayuda)

¿Héroes indómitos nunca doblegados?
¿Antepasados bárbaros?
¿Pueblo subyugado injustamente?
¿La principal etnia aborigen de Chile?
 ¿Nación independiente que reclama autonomía?
¿Obstáculo para el progreso?
¿Simples mestizos, iguales a cualquier otro chileno?
¿Pueblo originario?
¿Terroristas?

 
El discurso chileno ha pasado por los más diversos tópicos para referirse a los mapuches y a la relación más o menos conflictiva que ha mantenido con ellos. Lo que durante la colonia fueron relaciones de pares con el imperio español se convirtió más tarde en tensas presiones para anexionar ese territorio a la república recién independizada. Fue el afán por el progreso industrial sumado a la confianza en la supremacía militar forjada en la Guerra del Pacífico, lo que alentó la expansión efectiva de las fronteras y la denominada “Pacificación de la Araucanía”, culminada en 1881.

Estos casi ciento treinta años han sido para los mapuches un prolongado cautiverio en que han padecido la desintegración, el despojo violento de sus bienes y la humillación sistemática. También han sido años de organización y lucha por conseguir el reconocimiento y la autonomía.

Desde otro ángulo, han sido años de desarrollo económico en que el esfuerzo de colonos europeos ha logrado incorporar esta zona geográfica al mercado y a los aborígenes a la cultura nacional.

Entre pensar que los mapuche no son indígenas sino mestizos chilenos y defender el derecho a su autodeterminación hay una brecha de dimensiones, la misma que hay entre una huelga de hambre de 82 días y – al mismo tiempo - la propuesta del Gobierno de abrir una Mesa de Diálogo para superar la pobreza regional y fomentar su inserción en el mercado global.

Distintas aristas, diferentes perspectivas sobre las mismas situaciones. Inkatún es una convocatoria, un llamado, una petición de de ayuda para alentar una discusión que no resiste las respuestas fáciles.

ENTREVISTA Nº1

Entrevistada: Profesora mapuche.
Residente de la comuna de Nuñoa, Santiago.
Edad: 30 años.

01/12/2010.

¿Qué significa para usted ser mapuche?

Para mi ser mapuche tiene un sentido de pertenencia a una cultura. Es un universo de significados: desde la comida, el lenguaje, el vestuario, las creencias. Son diferentes. En mi caso yo tengo muy internalizado eso. Por ejemplo los valores que mis padres me han inculcado. Esas son cosas que se han perdido en la sociedad actual, los valores. Por ejemplo el valor de la familia; para nosotros es muy importante, ya que mis padres son mapuche y también mis abuelos. Que a pesar, de que mis padres hayan migrado a la ciudad, y de que yo naciera en Santiago, pero mi padre es de una comunidad en Galvarino y mi madre es de Osorno, mapuche güilliche. Igual de una u otra forma te van transmitiendo ciertos valores que no están en cualquier familia que es mestiza  o es familia chilena. Hay una diferencia importante, sobre todo en el tema de abordar la vida y los problemas que uno enfrenta a diario. Es una visión de mundo distinta. Por ejemplo la creencia mapuche, la cosmovisión, de cómo uno entiende la relación que uno tiene con el medio ambiente, cambia. Hay una conexión, hay una sensibilidad distinta. Yo creo que pertenecer no solo a la cultura mapuche, sino también a cualquier pueblo originario, ya sea en el caso de los Aymara, que son comunidades originarias, hay ciertos valores que se cruzan. Hace un tiempo atrás escuchaba a un lonko, que es la autoridad en el pueblo mapuche, y el decía: "la iglesia del mapuche no tiene límites. Cuando tú haces una oración, es decir una rogativa, tu piso es la tierra, y tu techo es el cielo"; entonces así de profundo es. Es tremendamente conectado con la naturaleza, con la energía de la tierra.

¿Tú sientes que es muy distinto  a la cultura chilena?

Claro, es muy distinto. Es que la cultura chilena, si tú lo analizas, es una mezcla y lamentablemente a veces los valores se van perdiendo. También hoy en día estamos en una sociedad en donde la familia se ha desintegrado, los roles, los papas, las mamas, no están definidos y en muchos casos están ausentes. Entonces ahí partimos con una diferencia.
Todas las personas  necesitamos saber en distintas formas de donde “yo provengo”, “de donde vengo”, “cuáles son mis orígenes” porque ahí tú te plantas en la vida. Eso te permite tener una identidad, y cuando tu asumes una identidad asumes una madurez, valoras más las cosas, y eso hace que tengas un horizonte, te proyectes, estés más plantado en la vida.
  
¿Tú crees que los mapuche tienen una identidad bien clara?

Si, clarísima, clarísima. Porque, por ejemplo, claro, cuando suceden todos estos problemas, con las tierras, los territorios, que es bastante histórico, son siglos de lucha. No es una cosa, por ejemplo, que sucede en el sur, sino a que tu familia, a tus familiares directos, les afecta. Yo tengo el caso de mis abuelos, que ellos viven en el campo, y ellos jamás pensarían en venirse a la ciudad, porque ellos crecieron, se criaron en la comunidad, entonces es perder su esencia el venirse a la ciudad.  En cambio mis papás estaban en una etapa en la que ellos por las  dificultades, para desarrollarse, buscaron otras instancias, entonces tuvieron que emigrar. Las circunstancias los hicieron emigrar. Pero mis abuelos no podrían: ellos subsisten como una familia que vive en el campo, con su huerta, con el pozo de agua, sembrando, con los árboles. 
 Y ahora igual ellos tienen problemas porque en ese territorio es el sector donde viven más mapuche, o en los nortes aymara, donde se instalan los grandes grupos económicos. Entonces llegaron las forestales, y ellos están al lado de una forestal.  Entonces la forestal hace plantación, de pino, de eucalipto, y son árboles que crecen y en 20 años ya están grandes, entonces ¿Qué hacen estos árboles? Absorben súper rápido el agua, el agua de la tierra. Entonces los terrenos se secan, y no es que se sequen delimitadamente esas hectáreas, si no que los alrededores están afectados, directamente afectados. Entonces ahí se empiezan a generar conflictos. Y eso es en gran parte el conflicto indígena, muchas situaciones así. Más al sur, en los sectores costeros, las pesqueras, también. En el norte, las mineras. Con los aymara han tenido muchos problemas las mineras. Es el tema del agua, porque si se contamina el agua… el agua es la fuente de la vida.  Sobre todo en el norte, porque cuando yo conversaba con unas chicas aymara, me decían: “si no tenemos agua, no podemos vivir” Y eso en realidad es para todos, por eso es que el agua es sagrada.

¿Y ellos usan pozos de agua?

Claro, claro. Pero por ejemplo en el caso de mis abuelos, hay algunos hijos que, claro, viven en la ciudad y que los van a ayudar de repente a buscar agua para que no les falte. Mis papás cuando viajan al sur van en vehículo y entonces van donde hay esteros, lejos, y la cosa es recolectar agua para que ellos tengan por periodos prolongados. Pero tú sabes que eso se utiliza, entonces proveerse  todo el año es complicado.

¿Y el agua la sacaban de la tierra?

De los pozos, pero los pozos se secan, por lo mismo que te comentaba, por las forestales. Entonces eso influye directamente.

¿Y hacen marchas, o algo por el estilo, para enfrentar eso?

Sí. Todo lo que se ha visto en la televisión es un llamado de atención social. Cuando los presos mapuches hacen la huelga de hambre ellos en el fondo están diciéndole a la sociedad chilena, están tratando de remecerla, de que se haga consciencia de toda la situación que se está viviendo. Porque hay comunidades que están militarizadas, que estaban militarizadas, estaban llenas de militares. Entonces si entra alguien extraño tiene que dejar sus datos, su carné. Por ejemplo, yo participe en una organización mapuche que viajó a conversar, a ver el testimonio de los hermanos que estaban principalmente en estos conflictos, en esta lucha. Entonces ellos daban sus testimonios de cuál era la situación que estaba ocurriendo. Entonces cuando ellos dicen “bueno, se persiguen hasta los niños”, entonces, claro, una sociedad que está atacando incluso a los niños y se supone que a la infancia hay que protegerla, porque la infancia es la socialización primaria, es cuando tu desarrollas tu conciencia, tu personalidad, tus hábitos. Es tremendamente importante el desarrollo que una persona tiene en su infancia. Marca tu vida la infancia.

¿Tú como te referirías a los mapuche? ¿Los consideras una etnia, un pueblo originario, una nación…?

Mira, cuando uno define está hablando de un lenguaje. Es un lenguaje que tu puedes interpretar desde varios puntos de vista: jurídico, lenguaje cotidiano. Y si ahora por ejemplo nosotros nos damos un término, se tiene bastante recelo y miedo a la vez por considerar a los indígenas de nuestro país como un pueblo, por el tema de la autonomía, por el tema de crear naciones dentro de una nación. Entonces está el tema del reconocimiento constitucional, y por eso no se les ha dado el carácter de pueblo. Ahora, cuando se firman y ratifican por ejemplo el convenio 169, que es un convenio de carácter internacional para dar ciertas garantías a los pueblos originarios, ha sido un avance que ha costado años de lucha a muchas organizaciones. Las organizaciones mapuche, de hecho, ahora tienen una estructura que es más bien “chilena”, no desde el concepto mapuche, porque desde el concepto mapuche las jerarquías son diferentes, aunque se busque y se tienda a tener un paralelo con lo que es su cultura.

¿Entonces tú crees que Chile no los considera un pueblo por ese problema jurídico?

Claro, por los efectos. Por el efecto jurídico. Y por ejemplo hay encuestas, estudios sobre el común de los chilenos que tienen más conciencia, y que consideran que las reivindicaciones son necesidades y son deudas históricas. Yo creo que el ciudadano común tiene bastante conciencia, y sobre todo creo la generación actual.

Sí, de hecho nosotros estuvimos en paro por la situación de los mapuche.

Sabes eso es tan importante, y yo lo agradezco infinitamente a la universidad y a los jóvenes, porque se supone que la universidad tiene que tener jóvenes críticos de la sociedad en la que estamos viviendo, de la realidad. Porque se supone que los profesionales que salen de la universidad son los que tienen que tomar decisiones, son los que tienen que remecer a la comunidad. Entonces me parece que lo que han hecho los jóvenes en muchas universidades ha sido un aporte enorme porque o si no no se les habría escuchado a los comuneros que estaban en huelga, o si no habrían muerto. De hecho la huelga que se paró en Concepción fue por el riesgo vital que había, porque llegó un momento en que si ellos continuaban la huelga estos chicos morían. Y a nosotros nos sirven los líderes vivos, no nos sirve que mueran. Entonces en el fondo está esta dualidad, esta cosa de la lucha, pero si estos jóvenes hubiesen muerto los efectos sociales que habrían habido también… la protesta social habría sido tremenda. Entonces el gobierno yo creo que igual lo consideró.
Y lo otro es que también hay medios internacionales, organizaciones, ONGs, por ejemplo, en Europa. En la organización en la que yo participo nos han visitado gente de Italia, de Suecia, chilenos que ellos mismos hacen redes. Y bueno, allá la gente tiene mucha más conciencia. La gente lee más. Yo creo que acá a veces uno se deja influenciar mucho por la televisión, y los medios de comunicación están demasiado manejados por grupos económicos. Y la opinión de la gente también está sesgada. A mí me ha tocado conversar con personas que no tienen idea absolutamente de nada y opinan como si realmente los mapuche fueran terroristas. Entonces, claro, cuando uno no conoce el testimonio, cuando uno no conoce los procesos, obviamente tiene una opinión sesgada. ¿Y lo puedes culpar tú? ¿Realmente? Entonces, es complicado. Y se va reproduciendo, porque si yo comparto que esta causa no es justa, mis hijos van a pensar lo mismo. Entonces se van repitiendo algunos esquemas. Y sobre todo en las escuelas. A mí acá me ha tocado conversar con alumnos y claro, algunos alumnos muy conscientes, muy críticos, pero también hay alumnos que son muy cerrados. Entonces ¿qué estrategia yo uso para que tomen conciencia? La conversación, solamente la conversación. Y saber enfocar bien un debate, eso es muy importante. Y lo he hecho en clase, pero acá se supone que tampoco puedo estar llevando los jóvenes a la lucha porque uno tiene un rol. A mí me contratan para hacer clases de tal cosa. Entonces yo tampoco me puedo aprovechar de esa situación. Pero sí se ha dado, si lo he conversado. No con todos los cursos, pero lo he hecho. Y, bueno, todo el colegio sabe que yo trabajo en una organización, que soy mapuche. Que he estado en varios proyectos culturales. Y en el fondo eso me ha validado para trabajar el tema mapuche. Hace poco en mi organización nosotros lanzamos un libro. Un libro de cuentos, relatos y adivinanzas. Aparte eso te permite aprender, porque uno nunca termina de aprender sobre su propia cultura. Entonces eso es uno de los valores y el patrimonio más importante. Y no todos los países lo aprovechan. Hay algunos países que le sacan un partido enorme al tema de sus pueblos originarios: México, piensa tú. En Paraguay, el 80% de la población habla guaraní. Cuando los jugadores de fútbol juegan y ellos se hablan entre ellos, ellos hablan en guaraní. Y la gente en la calle habla guaraní. A nivel de conciencia yo creo que ellos han estado más evolucionados.

El historiador Sergio Villalobos indica en un artículo publicado en El Mercurio: “Quienes se dicen “mapuche” descienden por lo tanto de los dominados como de los dominadores. Son tan chilenos como todos, porque la inmensa mayoría del país es mestiza y cabría, en consecuencia, preocuparse de igual manera del poblador de las periferias de las ciudades, de todos los campesinos y los habitantes de Combarbalá, Renca o Melipilla. En todos ellos hay mestizos chilenos pobres que merecerían igual derechos que quienes invocan “derechos ancestrales”. ¿Qué opinión le merece este comentario?

Yo creo que eso transgrede el principio de la diversidad. Yo creo que una de las características de las personas de Derecha es que somos todos iguales. Y entonces uno piensa ¿seremos realmente todos iguales? Yo creo que somos todos distintos. Es complicado el tema. Él lo pasa a un tema social, toma el tema de la pobreza. Obviamente en el tema de la pobreza los estudios dicen que los más pobres de nuestro país son mapuche. Según el Mideplan, un gran porcentaje lamentablemente de la extrema pobreza, son indígenas. Pero ahora el tema pobreza se refiere también a lo material. ¿Es el tema material lo más importante? ¿Cuál es el peso que se le da a la cultura? Si la cultura es patrimonio. Ahora por ejemplo si yo no tengo una renta estable ¿eso significa que soy más pobre? Yo lo miro por el lado de mis abuelos, yo siempre recurro a eso. Mi abuelito no trabaja en nada, él solo se dedica a trabajar la tierra. Su forma de vida, de subsistencia, es el trueque: tengo esto, te lo intercambio por esto otro. Entonces si uno no percibe renta es considerado pobre. Porque así miden las encuestas, así miden la pobreza: sobre tu renta, que tipo de televisor tú tienes, cuantas camas hay en una casa. Esa es la forma de medir la pobreza.

Te voy a contar una situación. El ministerio de Educación hace un instrumento de evaluación, que es el SIMCE. Tiene que medir a nivel de país a todos en la misma forma. A todos en la misma forma en el tipo de pregunta. Estas preguntas las tiene que validar. Hace un estudio para ver si todos entienden lo mismo. Entonces si todos los niños entienden lo mismo van a (poder) responder esta pregunta. Pasó que hace un tiempo atrás, en una de las preguntas del SIMCE, porque se les hace a nivel de país a todos en las mismas condiciones, todos tienen que darla con las mismas oportunidades. En el norte, en la comunidad aymara, es parte de su hábito tener llamas. Las comunidades tienen llamas, alpacas.  Entonces una de las preguntas decía, que iba enfocada como un ejemplo: “Si hay siete llamitas y se va una ¿cuántas quedan?” Y los niños respondieron: ninguna. Si lo miramos desde el concepto matemático, la lógica matemática: siete menos una, nos quedarían seis. Entonces estos niños respondieron de forma errada, no saben. Pero resulta que en la realidad que viven ellos, ellos saben que si una llamita se va, se van todas. Entonces, por lo tanto, culturalmente, no quedaría ninguna. Eso es lo que hace la diferencia de pertenecer a un pueblo: es una forma de pensar y de vida distinta. Entonces ahí yo te puedo responder: no somos todos iguales, somos todos tremendamente diferentes. Entonces el ministerio después hizo un análisis ¿Por qué todos estos niños respondieron así? Y ellos se dieron cuenta que esta pregunta estaba mal enfocada. Porque ellos tenían que abordarla desde la cultura de esos niños, desde la pertenencia cultural.

Es decir, ¿tú crees que se debería hacer un SIMCE diferenciado?

Es que el SIMCE tiene que ver la parte cultural. Porque por ejemplo mi hermana me decía, que es parvularia, que en Chiloé todos los niños trabajan con un determinado material. Ellos tienen una capacidad para trabajar con ese material que no la van a tener los niños de otras regiones. Entonces tiene que mirar en ese enfoque: el enfoque cultural de ese lugar, socio cultural. Por eso que te digo: todos somos diversos. Los tratados internacionales, lo que buscan, es que se valore la diversidad, en detalles tan simples como eso.

¿Entonces tú crees que el comentario de Sergio Villalobos homogeniza?

Claro, homogeniza. La educación en Chile homogeniza también: para todos lo mismo. Entonces te hace entrar en otra lógica. Claro, una persona que nace en la ciudad pierde mucho ese enfoque cultural que los que nacen en las comunidades. Aunque igual hay una diferencia. Por ejemplo en mi caso por mucho que yo conozca la cultura, que hable un poco de mapudungun, que cante en mapudungun, que haya hecho investigación por ejemplo del matrimonio mapuche, del tema de la pacificación de la Araucanía… pero hay cosas que yo he perdido que son innatas a una persona, a una mujer que nació en la comunidad y que se crió ahí. Porque yo nací en otras circunstancias, en otro entorno. Entonces van a haber diferencias, sí o sí. Ahora, yo estoy marcada por mi familia, porque mi familia me entregó otros valores. Por ejemplo en la familia mapuche ¡al abuelo y a la abuela se les respeta! En cambio, no sé, yo miro otras familias, y los chicos no están ni ahí con los abuelos, y les dicen hasta groserías. Entonces yo digo: pucha, sería impensable, mi papá, mi mamá me matan si le digo una grosería a mi abuelo. Porque ellos son los más sabios, ellos han vivido otras experiencias. Entonces cuando yo tengo dudas, consultas, les pregunto a ellos, porque ellos han vivido más en esta vida. Entonces ellos son una guía, una guía para la comunidad. Y en todos los pueblos indígenas: en RapaNui también. En la isla ellos tienen el consejo de ancianos, y son los más sabios, lo componen los abuelitos, porque ellos tienen más experiencia.

¿Usted se siente más identificado/a con el pueblo mapuche en particular o con el pueblo chileno en general?

Yo creo que ante todo soy mapuche. Es una cosa que yo no puedo evitar, porque yo pienso como mapuche. Y ¿Qué es pensar como mapuche? Todo lo que te decía. Es por ejemplo que si yo me saco los zapatos, y toco la tierra, ya es distinto, yo ya tengo una energía distinta; si yo, por ejemplo, tengo ganas de cantar, canto en mapudungun. Cuando yo era niña con mi mamá éramos mucho de conversación. Son detalles. Tengo mis joyas, tengo mi trapelacucha, tengo mi trarilonko, tengo mi atuendo mapuche, y me lo pongo para ocasiones especiales. Para mí es innato hacer mi oración para el cambio, del retorno o el año nuevo mapuche, o año nuevo. Que no es como el calendario lo dice, primero de enero, sino en junio: entre el 21 y 24 de Junio se produce el solsticio de invierno. Entonces la tierra cambia, cambia la naturaleza, un cambio de ciclo a nivel del medio ambiente y a nivel de las personas. Entonces, por ejemplo, yo viví en el extranjero, estuve tres meses y medio viviendo en Sudáfrica, hace dos años, y ese día fue inevitable que yo no hiciera la ceremonia, es como que la sangre te tira, eso a mí me pasa. Entonces yo tuve que hacer una rogativa ¿Qué es una rogativa? Una oración. Y la hice, y con eso me quedé tranquila y feliz. No podría dejar de hacerla, era una necesidad. La espiritualidad como uno la va desarrollando: el respeto, la fe, creencias, que no solamente tiene que pedir, sino que tiene que agradecer, porque la oración mapuche es agradecer. Yo tengo siempre que agradecer, y después pido. Entonces no es solamente pedir. Bueno, uno tampoco puede juzgar las otras religiones, porque cada religión tiene sus formas. Y las tiene que respetar uno, tiene que tener la capacidad de respetarlas, toda la forma de creencias.

¿Alguna vez se sintió discriminado/a por ser mapuche? ¿En qué ámbitos?

No, la verdad es que no. En el colegio tuve problemas, cuando estudiaba, porque era la mejor alumna, entonces se provocaba el desagrado en mis compañeras. Pero ¡claro!, es un período, después uno entiende. Después sobretodo cuando yo empecé a trabajar entendí perfectamente porque me pasó esa situación. Entonces después uno dice: bueno es parte de la vida, a algunos les tocan vivir unas cosas, a otras les tocan vivir otras. Y uno va desarrollando la resiliencia, la capacidad de sobreponerse a la adversidad. Pero no, yo creo que también depende de uno, de cómo uno lo aborde, lo enfrente. Yo creo que si uno tiene claritas las cosas no tiene porqué no aceptar de repente una broma. Es como una persona que es extranjera, la capacidad de adaptación a otro lugar.

¿Qué percepción tiene de los conflictos que ocurrieron recientemente (huelga de hambre)?

Bueno, eso es súper largo, no es para explicar en diez minutos. O sea, para que entiendas tú la situación, el contexto, es súper largo. Yo tendría que partir, para explicarte, desde la pacificación de la Araucanía. Y tú entiendes, se dio hace harto tiempo atrás. Cuando, bueno, el ejército chileno empieza a avanzar, llega a la zona donde están, viéndolo desde el punto de vista de los historiadores, los más difíciles de vencer. Porque los mapuche son luchadores. Una de las características del mapuche es que es luchador, porque si vienen a atacarlo, él actúa. Entonces cuando llega el ejército chileno a la zona... bueno, la pacificación es una matanza, así realmente es. La gente que se salvó fue porque algunos pasaron a la cordillera, al otro lado. Dentro de las investigaciones que yo he hecho, los bebes los escondieron en los troncos de los árboles; hicieron un hueco y los escondían. Entonces, claro, la gente murió, y los que sobrevivieron revisaban los árboles. Entonces esos bebés fueron los que dieron el testimonio. En el fondo lo que se buscaba era avanzar en el territorio, eso era lo que buscaba el estado de Chile, porque habían llegado hasta el Biobío y querían avanzar hacia el sur. Y se avanzó ¿cómo? Una guerra. Esa fue la pacificación del Arauco.

Pero el problema actual ¿porqué se dio? ¿Por las tierras? ¿Por qué?

Por las tierras. Porque de ahí viene. Yo creo que eso es uno de los orígenes. Y lo otro también son los hechos que van sucediendo. Por ejemplo, en el sur llegaron muchos extranjeros, llegaron alemanes a las zonas de los huilliches: Valdivia, Osorno, Frutillar. El estado les dio todas las facilidades para que ellos se asentaran, y ellos empezaron a expandirse. La gente después de este periodo se empobreció mucho. Y muchos, por ejemplo, cambiaron tierra a precio de huevo. (¿Los mapuche?) Claro. Yo tengo una amiga que es antropóloga que me contaba que también a muchos los curaban y los hacían firmar; entonces, ese fue uno de los males. El otro mal que también ocurrió fue la evangelización, porque tú recibías la biblia y a cambio dabas tu tierra porque lo que dice la religión es que tú debes deshacerte de tus bienes, o sea entregarte a Dios. 

(Corte dramático porque se acabó un lado de la cinta del cassete)

Nosotros hemos analizados algunas de las situaciones, para ponerte en contexto, porque son muchos detalles. Es una pincelada en estos momentos lo que nosotros estamos conversando, pero tengo documentos que nosotros hemos escrito. Tres horas es poco; esto es hablar, hablar, hablar, porque es mucho, son muchas las situaciones. Piensa tú: las comunidades se empobrecen, los jóvenes se van a la ciudad, las mujeres se van a trabajar de empleada doméstica, de nana; los hombres se van a la panadería, a la construcción. Y ahí se empieza a perder todo el tema cultural. Yo diría que por el ochenta y tanto empiezan las organizaciones de nuevo… bueno, viene el período militar que también afectó la causa, que estuvo detenida el tema indígena. Ahí no se podía. En la dictadura los mapuche el tema de la recuperación de tierras… piensa tú que estábamos en otro sistema político, entonces no estaban las condiciones dadas. Por ejemplo no se podría haber hablado jamás de un convenio internacional, jamás de reconocimiento institucional, ¡nunca! Porque eran otras las condiciones políticas que estaba viviendo el país. Los derechos humanos con nadie.

¿Conoce la ley antiterrorista? ¿Qué le parece que los activistas mapuche sean juzgados por esa ley?

Bueno, la ley antiterrorista  se crea en el gobierno militar. Y se supone que estaba dirigida para todos estos grupos como el Frente Patriótico, grupos que podían afectar la institucionalidad de ese periodo; entonces por eso fue creada. Después en los gobiernos de la Concertación es donde se aplica, si eso es lo más increíble. Y claro, se aplica porque hubo tomas de terreno, quemas de fundos. Obviamente yo no te voy a decir que eso no se hizo, pues eso ocurrió. Empiezan a haber recuperación de tierras… pues, claro, por ejemplo yo te digo: “aquí vivieron mis bisabuelos” entonces la gente empezó a tomar, se empieza a reactivar el movimiento, empieza a haber una conciencia, una lucha social, un llamado. Yo creo también que lo que le sucedió a la comunidad en general fue ¡hasta cuando la gente se va a la ciudad! Y la comunidad no existe, la cultura se está perdiendo. Es un todo. La gente cada vez esta más pobre. La lucha social se empieza a dar y… yo creo que es un tema de harta valentía, de harta preparación. Porque por ejemplo los líderes de la CAM, la Coordinadora Arauco Malleco, y los otros, el Consejo de Todas las Tierras, todo estos líderes, son gente intelectual. No es que a un comunero cualquiera se le ocurra. Es gente intelectual, gente preparada, gente que ha ido a la universidad. El líder de la CAM es sociólogo. El líder del Consejo de Todas las Tierras es abogado. Entonces tienen otras herramientas para enfrentar. Si hacemos un paralelo podría ser lo que hizo Lautaro; cuando vive con Pedro de Valdivia él aprende todas las estrategias: utilizar el caballo, que el caballo no se conocía. Para los mapuche era un animal exótico. Entonces lo que hace Lautaro, es aprender del caballo y aprender de los españoles y después cuando él se va de ahí, de su lado, porque él arranca, se va a las comunidades… y bueno ve también todos los atropellos que hay contra los mapuche; entonces él se va y hace causa social, y dice “bueno, yo sé como vencer a los españoles”. Entonces yo creo que es él el que históricamente plantea en el fondo cuales son las estrategias. Y parte de las estrategias, que son utilizadas militarmente, es que las comunidades enfrenten por comunidades. Entonces una comunidad lucha con los españoles; esta comunidad se cansa, viene la otra comunidad y así se van turnando. Entonces los agotan. Entonces por eso se dice que los mapuche no pierden la guerra contra los españoles, la pierden contra los chilenos, contra el ejército del estado chileno. 
Yo hablaba con una profesora de historia que decía que se dice que la corona española legitimizó y le dio la autonomía al pueblo mapuche. Ellos consideraron que el pueblo mapuche era un pueblo-nación; ellos validaron eso, aceptaron eso. Y el pueblo chileno, no.
Entonces son hartas cosas. Tú por donde te vayas lo analizas desde tantos enfoques. Es un todo: el tema religioso que influyó, que llegó la iglesia; el tema económico, que se vio afectado enormemente, la pobreza que se vivía, las pérdidas humanas. Todo eso influyó. Por eso es que el conflicto mapuche no se soluciona de un rato para otro, porque es una cosa histórica. Entonces los que toman decisión son lo que deben comprender. Además que los que toman decisión tienen también intereses económicos, intereses creados. Por ejemplo en el caso de las multinacionales, de las represas, de las hidroeléctricas. Y esas es una de las cosas que ocurre, que generalmente los grandes grupos económicos tienen intereses ¿y donde están esos intereses? ¿Dónde están las mayores fuentes económicas? Es en las comunidades. Pensemos en las mineras ¿Dónde están las mineras? En territorio Aymara. ¿Dónde están las forestales? En territorio mapuche. ¿Dónde están las pesqueras? En territorio Lafquenche. ¿Hidroeléctricas? Zona pehuenche. Entonces, claro, además son los más débiles, se supone. Pero ellos tienen el poder económico.

Entrevista realizada por Mario Casasus por medio de el diario virtual "Enlace Mapuche internacional"

Rayen Kvyeh, Poeta Mapuche
"El estado chileno está ciego"
Laureada en Cuba, encarcelada y exiliada en dictadura militar, su poesía es traducida del mapuzugun al catalán, vasco, castellano, alemán e italiano. Rayen Kvyeh es una destacada poeta mapuche, pero además una incansable activista de la lucha de su pueblo. De visita en Alemanía, la tierra de su exilio, se apronta a dictar una serie de conferencias por Europa denunciando al estado chileno y su ceguera frente a las reivindicaciones mapuches.
Por Mario CASASUS I Jueves 17 de Enero de 2008
Foto: Rayen Kvyeh, poeta mapuche
ALEMANIA I La escritora Rayen Kvyeh se encuentra en Alemania denunciando al gobierno de Bachelet por el asesinato del universitario mapuche Matías Catrileo (1985-2008), el 18 de enero participará en un masivo acto político en Austria y el 25 del presente dará una conferencia de prensa en Italia sobre el terrorismo de Estado contra la comunidad indígena y regresará a Chile en solidaridad con nuestros hermanos de la mapu (tierra) che (gente).
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Imagen: Rayen Kvyeh, poeta mapuche
Foto de Archivo
Autora de los libros inéditos Luna de las Cenizas y Cometas Azules ; dramaturga y directora de teatro, primera poeta en publicar en edición bilingüe alemán/mapuzugun, con Luna de los primeros brotes (-1989- en español salió de la imprenta hasta 1996 por la editorial Mapu Ñuke); laureada en Cuba (por la UNEAC), encarcelada y exiliada en dictadura, su poesía es traducida del mapuzugun al catalán, vasco, castellano, alemán e italiano. A Rayen Kvyeh la conocí gracias al intelectual francés Nicolás Pinet (doctor por la Universidad de Columbia en New York), después nos vimos en la SECh con la periodista Virginia Vidal y ahora coordina su gira con una gran amiga mía, la periodista italiana Annalisa Melandri (traductora de varias notas de mi autoría sobre la nauseabunda Fundación Neruda).
Durante 2006 los columnistas de La Jornada, Gloria Muñoz Ramírez y Marcos Roitman Rosenmann pusieron en la agenda de México el tema de la libertad de los presos políticos mapuche; también el periodista Francisco Marín del prestigiado semanario Proceso, desde su corresponsalía chilena, prosiguió con las investigaciones sobre los pueblos originarios del sur y la aplicación de la Ley Antiterrorista contra ellos. En Madrid José Saramago increpó a la presidenta Bachelet, "¡Hágame el favor de mirar a los mapuches!" dijo el Nobel portugués (azkintuwe.org 09.05.2006), pero ella se limita a su ego: "no son prisioneros políticos, sino personas que han cometido delitos. Yo he sido una presa política y sé lo que es eso" declaró la cínica "presidenta socialista" en su gira oficial por Suiza (01.06.2007).
El intelectual norteamericano Noam Chomsky impartió una conferencia magistral en el Teatro Municipal de Temuko y se reunió con líderes sociales mapuche y periodistas de la agencia Azkintuwe (16.10.2006), sin embargo Chomsky no lo podía creer: el ideólogo de desempolvar y actualizar la Ley Antiterrorista es presidente de la Fundación Neruda, Juan Agustín Figueroa. Todo fue discutido anteriormente, en el marco de la huelga de hambre mapuche de Juan Marileo, Jaime Marileo, Juan Huenulao y Patricia Troncoso por 72 días en la cárcel chilena de Traiguén (a partir del 13 de marzo de 2006). Cada día la situación está peor, Patricia Troncoso reinició la huelga de hambre y se extiende a más de 98 días -con riesgo de una inminente muerte- y el asesinato contra un mapuche universitario a manos de de "carabineros" como parte de la política de Estado. Rayen Kvyeh lo denuncia desde Europa en entrevista exclusiva.
-Hay un par de poetas mapuche que admiro y contigo cierro mi trilogía: (Elicura) Chihuailaf quiere decir "neblina extendida sobre un lago" y (Jaime) Huenún significa: "el que anda en el cielo" ¿Cuál es la etimología de Rayen Kvyeh? ¿Cuándo tuviste conciencia de la poética, por ejemplo de tu apellido?
- Mi nombre mapuche es Rayen Kvyeh 'Flor de Luna' escrito con el grafemario Raguileo. En los años 80, había una gran lucha por el reconocimiento del idioma mapuche que en niveles educacionales e institucionales no se aceptaba, a pesar de no existir una ley que lo impidiera. La gente mayor cuenta, que en la escuela se les prohibía hablar el mapuzungun (lengua de la tierra) en los recreos. Que los profesores, cuando los escuchaban, les castigaban y les hacían arrodillarse, con las rodillas desnudas, sobre piedrecilla, hasta que sangraban. Esto sucedía en las escuelas rurales, donde la mayoría eran niños mapuche. Esto me llevó a tomar mi nombre, como una bandera de lucha y recibí y recibo muchas bofetadas políticas e intelectuales. Tuve y tengo muchísimos problemas porque hasta hoy no es reconocido el grafemario Raguileo y la CONADI ha impuesto un alfabeto que castellaniza la lengua mapuche. Trabajé y fui discípula de Anselmo Raguileo, el grafemario mapuche nos dejó una gran herencia.
- ¿Y de la cosmogonía mapuche? ¿Recuerdas un cuento de tu niñez?
- Sí, con mi padre, crucé varias veces la cordillera a caballo. Una vez apareció un puma. Yo tenía mucho miedo. Él me enseñó a mirarlo a los ojos y aprender que un puma es nuestro Ta Peñi: hermano mayor.
- Ya regresaremos a temas literarios, pero dada la vital urgencia de apoyar la libertad mapuche. te quería preguntar, la última vez que hablamos en la Sociedad de Escritores de Chile, me contabas los adelantos de tu libro ¿A cuántos procesos judiciales contra la comunidad mapuche le das seguimiento?
- Casi 300 casos en fiscalías militares o asignados a ministros especiales, o en juzgados para crímenes del fueron común, durante cinco años he estado asistiendo a los procesos contra el mundo mapuche en los diferentes tribunales de la región de la Araucanía, y visitando a mis hermanas y hermanos en las cárceles. El libro está avanzando y espero terminarlo este año.
-Todas las detenciones contra los mapuche se originan con la aplicación de la Ley antiterrorista por parte del abogado Juan Agustín Figueroa ¿Por qué el debate no se centra en fincarle responsabilidades a Figueroa y su socio Ricardo Claro -albaceas de la Fundación Neruda-?
- Juan Agustín Figueroa es poderoso políticamente, intocable, por sus relaciones políticas a niveles de Estado, no hay que olvidar que es miembro de la Comisión Constitucional del Congreso. Intocables también son las trasnacionales de la madera, las forestales, la Endesa, las papelas del grupo Angelini. En Chile, mandan y hacen las leyes, quienes tienen el poder económico. El pueblo mapuche que lucha contra la usurpación de su territorio, por una madre tierra sana y libre, por un mundo libre de contaminación y opresión, 'POR EL DERECHO A SER MAPUCHE', es terrorista. Las leyes de la naturaleza, son las leyes de la salud, del amor, de la alegría de la vida, y quien vive de acuerdo con esas leyes es libre y sano y no se enferma. La madre tierra está agredida por las grandes trasnacionales y el Estado sólo ve los ojos de los billetes, dólares para unos pocos y hambre para muchos.
El Estado chileno está ciego, para ver la profundidad de los mares, escuchar las voces de los ríos, sentir el parto múltiple, maravilloso de olores multicolores de la madre tierra, el aletear de los pájaros, el canto de las montañas, las voces de los vientos. Ser mapuche, sentir, escuchar, ver, es ser terrorista. El pasado como proyección del futuro de los hijos y nietos, es ser atrasado, retrógrado, anti progresista. Contra la economía del sistema neoliberal. Luchar por la madre tierra, agredida, dolorida, contaminada en peligro de muerte, es ser terrorista. La lucha por la defensa de la gente de la tierra, es ser terrorista. ¿No te parece curioso, la defensa en nombre de la ley, la aplicación de la ley por parte del gobierno contra el mundo mapuche? ¿No te parece una mentira blanca que los paladines del 'orden y de la justicia' están defendiendo las leyes de la dictadura militar, para " 'hacer justicia', contra los terroristas? Recuerdo las palabras de la machi, en el tribunal de collipulli, mientras se procesaba por terrorismo a los hermanos mapuche: "terroristas, que no matan ni un pájaro".
- ¿En la Concertación de Ricardo Lagos y Bachelet qué otros elementos existen para definir como terroristas a cada mapuche preso?
- Luchar por un territorio libre y por la autodeterminación del pueblo mapuche, es ser terrorista. Luchar contra la construcción de las represas hidroeléctricas es ser terrorista. Luchar por la paz de los ancestros en los cementerios es ser terrorista. Luchar contra la contaminación de los ríos, mares y lagos es ser terrorista. Luchar contra la desertificación y erosión de la madre tierra es ser terrorista. Luchar contra los basurales en comunidades mapuche es ser terrorista. Luchar por la paz y la armonía de la madre tierra y la gente de la tierra es ser terrorista.
- Háblanos de tu gira por Europa ¿Cómo ha sido la recepción de tu denuncia dentro del pensamiento eurocentrista?
- El mundo mapuche, ha entrado por la puerta ancha del movimiento solidario. Se han iniciado acciones, actividades, denuncias por la libertad de los prisioneros políticos mapuche.
- ¿Qué se dice en Europa del crimen de Estado contra el universitario mapuche Matías Catrileo ocurrido al alba de 2008?
- Matías ha despertado las conciencias de la gente de pensamiento solidario, y se descorre el velo mentiroso de un Chile sin derechos humanos, de un Chile que oculta la verdad de la represión masiva, la discriminación sin derechos del pueblo mapuche y de la injusticia de la 'justicia' y de un Estado ciego, sordo y mudo, ante los derechos de los pueblos originarios.
- ¿Y de la huelga de hambre -por más 98 días- de Patricia Troncoso?
- Tengo en mi memoria la imagen y las palabras de Patricia, el día de su sentencia: 'Cuando usted y yo señor juez, estemos frente a Dios, se sabrá quién tiene la verdad' la huelga de hambre de Patricia es por la verdad y la vida.
- Finalmente, Elicura Chihuailaf tiene una célebre traducción de Neruda al mapuchezüngun: Todos los Cantos/Ti kom Ül (1997) ¿Qué representa Neruda para los pueblos originarios en Canto general? y ¿para vos en particular?
- Neruda, evoca el génesis de los pueblos en nuestro continente y Chihuailaf canta a la vida de la gente de la madre tierra /AZ

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La óptica de la derecha: entre reconocer para eliminar y desconocer para lucrar

La carretera de la historia republicana chilena tiene distintas direcciones. Unas pistas conducen en un sentido y las otras, en el sentido inversamente opuesto. Por la vía que transita hacia la derecha han pasado distintos discursos teñidos de colores que varían del conservadurismo latifundista al liberalismo mercantil – modernizador. La ideología que entrañan, se trasluce en la postura que han tenido sobre los temas mapuches – o “araucanos”.

Para graficar lo que significó la “expansión territorial del Chile Central”, José Bengoa (1985) transcribe una editorial de El Ferrocarril, publicada el 10 de abril de 1881: “La campaña del norte fue para contestar al reto de muerte lanzado contra Chile por dos pueblos que, llamándose hermanos, habían en secreto suscrito un pacto de ignominia, amenazando así nuestra integridad territorial. La campaña del sur es un dique a las devastaciones de los indígenas, logrando someter a la civilización a los que tienen estacionario y sin vuelo al comercio del sur, fuente inagotable de riquezas para el país y para la humanidad. La primera tendió a hacer cesar la envidia y la mentira y la segunda es para llevar a luz al caos que se llama Araucanía” (p. 283).

Esta editorial es una muy buena muestra del significado que un sector influyente de la sociedad le asignó a la “Pacificación de la Araucanía”. La Guerra del Pacífico estaba en la memoria más inmediata y los recuerdos eran sólidos argumentos para ensalzar el sentimiento de superioridad, para insuflar la sensación de triunfo y consolidar la argamasa de la nación chilena. Devela con nitidez la idea que tenían de los Mapuche: un pueblo tan ajeno como lo podrían haber sido Perú y Bolivia. Es otro enemigo externo que amenaza el progreso de Chile, quizá no por lo que hace (el “pacto de ignominia”) sino por lo que obstaculiza (el comercio). Aún cuando sea para eliminar el control que tienen sobre el apetecido territorio, este discurso reconoce en los Mapuche la calidad de un otro ante el que debe enfrentarse.

Veinte años más tarde, Francisco Antonio Encina (1911) describía el ánimo de irrefrenable progreso que envolvió la campaña del sur: “La introducción del riel y del telégrafo, el desarrollo de la instrucción pública, el contacto más intenso y frecuente con Europa, la adquisición del salitre; y, sobre todo, la consolidación del orden, son factores de tal entidad en un pueblo nuevo, que una expansión más rápida y vigorosa debió ser su consecuencia ineludible” (p.20). Tecnología, desarrollo, cultura, orden, rapidez, vigor son características apetecidas para el “pueblo nuevo” que empezaba a emerger. Cabe destacarse la mención a la “consolidación del orden”, la campaña de la Pacificación fue lo que trajo la “luz al caos” del que hablaba el periódico. La antinomia es orden v/ caos.

El mismo Encina (1911), para explicar la inferioridad económica de Chile, alude, no a la contingencia del mercado ni a las políticas de los gobiernos de la época, sino a que “nuestra raza, en parte por herencia, en parte por el grado relativamente atrasado de su evolución y en parte por la detestable e inadecuada enseñanza que recibe, vigorosa en la guerra y medianamente apta para las faenas agrícolas, carece de todas las condiciones que exige al vida industrial” (p.32). Explica, asimismo, que el mestizo chileno desciende de progenitores con una psicología económica rudimentaria. Por una parte, se encuentra un español especialmente belicoso, más que los afincados en otros países de América y, por otra, el araucano “que no había salida de la barbarie, no sólo tenía invencible repugnancia al trabajo, sino que aún no había desenvuelto las aptitudes que lo hacen posible (p. 167). “En Chile, el conquistador español se cruzó con el aborigen que aún no había salido de la edad de piedra. Y sobre ser mucho mayor la distancia de civilización entre estos elementos (…) las capas de depositaron de una forma sumamente desfavorable para la endosmosis social. Arriba quedó el español puro y en seguida vino el mestizo en gama descendente para la sangre española hasta concluir en el aborigen puro”. (p. 98)

Desde esta óptica evolucionista también hay un reconocimiento del “aborigen”, en tanto es un antepasado imposible de eludir. No es algo externo que deba ser dominado; el mapuche es el ancestro primitivo y bárbaro que irremediablemente se lleva en la sangre y es causante del retraso del país. Como una discapacidad que se conoce muy bien, pero que entorpece la vida, el mapuche es un pasado a superar. Es evidente el afán de lucro que, desde una lógica occidental del progreso, moviliza la nación chilena que se está gestando.

Ambos casos se asimilan en que reconocen la existencia del pueblo mapuche. Existe o existió un conflicto porque hay otro con quien confrontarse. Es justamente este punto el que marca la diferencia con lo que Bengoa (2004) llama la “negación del ser mapuche”. Según este autor, ya en los primeros años de la República, se desconoce a los Mapuche como un pueblo independiente. La Constitución de 1822 no hace ninguna mención a los indígenas, simplemente eran todos chilenos aunque los relega al nivel de ciudadanos de segunda categoría por no cumplir con el requisito mínimo de saber leer y escribir.

Esta variante del discurso es la que reaparece en las políticas del gobierno militar de Pinochet. Gabriel Salazar (2003) explica el trasfondo ideológico de la “contrarreforma agraria” en el territorio Mapuche. Cita a un ministro de la época quien declaró que “en Chile no hay indígenas, son todos chilenos” (p. 165). Efectivamente, facultar a cualquier miembro de la comunidad a solicitar la división de la tierra, fue una forma de negar la concepción indígena de propiedad comunitaria. Es la misma perspectiva que lleva a Sergio Villalobos (2009) a decir que “quienes se dicen “mapuches” no son indígenas, sino mestizos generados en un transcurso que se inició con los conquistadores y prosiguió hasta el día de hoy con los chilenos”. Esta alternativa opta simplemente por el desconocimiento. El mapuche no es un extranjero a dominar, ni un ancestro; el mapuche - como miembro de un pueblo indígena - no existe, por lo tanto, no hay nada que negociar.

La última huelga de hambre fue otra ocasión para que rebrotara la lógica del desconocimiento. Mientras los huelguistas exigían parlamentar sobre la aplicación de la ley antiterrorista, el Gobierno ofrecía una mesa de diálogo en el cerro Ñielol para tratar una lista de temas en las que obviaba dicho asunto.

Referencias:
Bengoa, J. (1985). Historia del pueblo mapuche (siglo XIX y XX). Santiago: Ed. Sur.
Bengoa, J. (2004). La memoria olvidada: historia de los pueblos indígenas de Chile. Santiago: Cuadernos Bicentenario.
Encina, F. (1911). Nuestra inferioridad económica: sus causas y consecuencias. Santiago: Ed. Universitaria. 3ª ed. 1972.
Salazar, G. – Pinto, J. (2003). Historia contemporánea de Chile II: Actores, identidades y movimiento. Santiago: LOM.
Villalobos, S. (2009, agosto 30). Falsedades sobre la Araucanía. El Mercurio, p. D19.

Quipainao Calfipan: vision del conflicto mapuche por un comunero en huelga de hambre.


Eduardo Quipainao Calfipan, comunero mapuche del parlamento de Coz Coz y que se encontraba en huelga de hambre en septiembre del presente año, da una entrevista el 22 de septiembre del 2010 para la página “Aldeah” encargada de exponer las principales noticias del país. Por lo tanto, Quipainao habla sobre los motivos que los han llevado a tomar la decisión de iniciar la protesta en contra de la Ley Antiterrorista, que ha llevado a que miembros de su comunidad terminen siendo juzgado tanto por una Ley Civil, como por una Ley Militar, dos enjuiciamientos por una misma causa.

Eduardo Quipainao Calfipan denuncia un Estado en el que no te puedes expresar libremente si perteneces a la etnia mapuche. Por lo tanto, reclama contra un gobierno “injusto” que no permite que “levantes la voz” si no te parecen las medidas que se están llevando en contra de tu comunidad. Lo peor, según la mirada del comunero, es que se hace “un daño terrible” a las familias y a la comunidad en general, puesto que los asuntos que hieren a uno de sus miembros, repercuten dentro de todo el pueblo mapuche que empatiza con el sufrimiento de sus hermanos.

Vemos un discurso creado desde la “discriminación”, en el que el ser mapuche se traduce a “no tener derecho” a expresarte libremente. Por lo cual, notamos una contradicción entre “estar en democracia” y a la vez, el que se apliquen leyes correspondientes a períodos históricos propios de un contexto dictatorial ¿Y qué ocurre con la libertad y con la modernidad que proclaman los gobiernos post-dictadura militar? Se discrimina, sí, pero no tan solo a los mapuches, sino que a todos los pertenecientes a determinados grupos sociales que no cuentan con los recursos para poder defenderse de las injusticias que se presentan dentro del país. La libertad, por lo tanto, se ve atrofiada, mientras que la modernidad es “disimulada” por que al exterior nos presentamos como una nación avanzada, mientras que dentro de nuestras fronteras aplicamos leyes que dan cuenta de problemas de “terrorismo” que no se conversan dentro de las Naciones Unidas.

Lo que inquieta al comunero mapuche es que no es algo novedoso dentro de su pueblo, se ha dado mediante toda la relación entre el “pueblo mapuche” y el “pueblo chileno” y parece ser, según lo que se puede inferir de las palabras del activista, que los colonizadores españoles respetaban más que los chilenos el acuerdo entre las tierras que pertenecían a unos y a otros, razón por la cual se fijó una línea divisoria que demarcaba que desde el río Bío-Bío al sur era considerado territorio del pueblo Mapuche. Parece ser, por lo tanto, que para el activista mapuche existe un problema entre dos pueblos: uno mapuche y uno chileno, pero no un conflicto generado dentro de dos partes distintas de una “totalidad”. Se realiza una comparación: “antes los españoles respetaban nuestros derechos, respetaban nuestra zona demarcada”, ahora, el “nuevo pueblo” al que se enfrentan, no parece respetar las fronteras territoriales que definen la existencia de una u otra comunidad.

Se reconoce también una “renovación” dentro del pueblo Mapuche, de las diligencias dentro del pueblo, donde se plantean cosas mucho más ambiciosas. El discurso se ha ampliado, ahora se habla de “autodeterminación”, “autogobierno”, “autonomía”, a pesar de la represión que aplica el Estado.

Hay que aclarar, que para el dirigente Mapuche no se trata de un problema de gobierno (izquierda o derecha), sino de un problema de “metodología”, puesto que ambos gobiernos se centran en desproteger a los más desposeídos, por que de otra manera, no se sustenta el Estado capitalista que intentan llevar a cabo. Por lo tanto, el problema parece ser más de fondo que lo que parece: se está usando una “estrategia” para acabar con los intereses de los más desprotegidos, dado a que de esta manera, pueden adquirir el “capital humano suficiente” para implantar un sistema económico que requiere del sufrimiento de una parte de la sociedad para poder sustentar una política de desigualdad.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

ENTREVISTA Nº2

Entrevista a una mujer mapuche – urbana 
Edad: 34 años
Lugar: Renca, Región Metropolitana
1.- ¿Qué significa para usted ser mapuche?
Ser mapuche es una condición étnica que a pesar de la carga discriminatoria que tiene me llena de orgullo el serlo.

2.- ¿Qué expresión le parece más correcta para referirse a los mapuche: etnia, pueblo originario, nación…? ¿Por qué?
Formando mi memoria histórica he usado todos esos términos, en el mismo orden que lo dice la pregunta, primero etnia, después pueblo y por último, nación. Es decir, en un primer momento hablar del mapuche tenía que ver con el hecho de la identidad, cariño con el terruño, reconocerse en otros por la similitud de rasgos físicos, entrar a un mundo lejano y cercano al mismo tiempo al escuchar la lengua, costumbres que, aunque nunca las había vivido, eran significativas y cercanas porque tenían que ver con un mundo familiar estrecho, básico, inconsciente.
Después vino la necesidad de conocer la historia, las raíces, los dolores. Eso amplía la primera identificación y genera la posibilidad de reencontrarse con algo mayor, con un pueblo que reclama su dignidad apelando a los orígenes,  a lo legal, a lo justamente justo.
Pero hoy día considero que para hablar sobre el  mapuche obligatoriamente tiene que hacerse pensando en que se habla de una nación que traspasa las barreras geográficas naturales (Chile- Argentina) que tiene una historia en un suelo concreto, que tiene una cosmovisión que la sostiene, fortalece y anima a seguir batallando por recuperar lo que legítimamente le pertenece.

3.- ¿Participa o ha participado en algún grupo / movimiento / organización que promueva la causa mapuche? ¿Qué lo/la ha motivado para hacerlo?
Sí, hace 15 años, era uno de los requisitos para obtener la beca indígena, una necesidad netamente económica que se fue convirtiendo en curiosidad y luego en una necesidad espiritual para poder comprenderme a mí misma, mi entorno, mi historia.
Después en otras organizaciones para poder estar al día, informada, hacerme parte de un proceso de reivindicaciones que necesitan urgentes soluciones.

4.- ¿Cuál cree que son los principales reclamos del pueblo mapuche y cómo cree que el Estado de Chile debería responder?
Primero, la Tierra. Mapuche es gente de la tierra, sin ella es solo gente y gente que deambula en el aire, gente a medias, gente común y corriente,  sin arraigo, sin historia, gente desterrada.

También el reconocimiento como nación. Una nación con capacidad de elegir a sus propios gobernantes, tomar sus propias decisiones, direccionar sus propias reglas. ¿Es posible? Claro que sí, ya se hizo con O’Higgins  y sus primeros sucesores en los comienzos de la República.
Y, por último, desmilitarización del wallmapu. Se conoce muy bien la artillería bélica que despliegan los carabineros de Chile en las tierras mapuche y las pocas posibilidades de defensa de los hermanos mapuche.

5.- ¿Alguna vez se sintió discriminado/a por ser mapuche? ¿En qué ámbitos?
Muchas veces y de diferentes lugares, desde niña. En el colegio mientras pasaban la lista mis compañeras se reían de mis apellidos por sonar “raro”; fue una cruel realidad que aumentó durante mi adolescencia.
En los currículo vitae para postular a algún empleo. Supe de algunos que ni siquiera  llegaron a la carpeta de postulación porque la persona que lo recibió simplemente lo consideró insignificante.
Hace poco, preguntando por la dirección de una persona me indicaron la calle como “un nombre indio” como el suyo, me dijeron ¿indio…?

6.- ¿Usted se siente más identificado/a con el pueblo mapuche en general o con el pueblo chileno en particular?
Mapuche, sin ninguna dudas. Ser chilena es una casualidad. Si hubiese nacido del otro lado de la cordillera (puelmapu) seria mapuche argentina. La sola palabra del mapuche es garantía. El solo papel escrito y firmado es la garantía chilena. Eso es burocracia. 

7.- El historiador Sergio Villalobos, indica en un artículo publicado en El Mercurio: “Quienes se dicen “mapuche” descienden por lo tanto de los dominados como de los dominadores. Son tan chilenos como todos, porque la inmensa mayoría del país es mestiza y cabría, en consecuencia, preocuparse de igual manera del poblador de las periferias de las ciudades, de todos los campesinos y los habitantes de Combarbalá, Renca o Melipilla. En todos ellos hay mestizos chilenos pobres que merecerían igual derechos que quienes invocan “derechos ancestrales”. ¿Qué opinión le merece este comentario?
Tiene razón el señor en refregarnos nuestra calidad de “mestizos” que no siempre es un factor  de orgullo. Lo olvidamos intencionalmente porque ese mestizaje en muchos casos fue con violencia, con muertes, con atropellos, con violaciones a los derechos humanos, ayer y hoy, con sangre, con dolor.
Los dominadores no fueron lo mejorcito que llegó de España precisamente y  ese legado no es digno de llevar como un estandarte presumiendo de “menos mapuche, más chileno”, o lo que suelo escuchar… “mi parte española”…”soy mitad española, mitad mapuche·” (y los rasgos físicos acusan al mapuche español)
El wallmapu es anterior a Chile. Fácil, sencillo y profundo. Él (Villalobos) tiene una mirada particularmente dominante, habla desde su “españolidad” o mejor dicho de su chilenismo “mercuriano”. 
No puede dejar de reconocer  los derechos ancestrales. Negarlo es asumir una posición que apoyan los medios para llegar al fin, es decir, la usurpación violenta, la matanza justifica la opresión.
Antes de la llegada de los invasores no había pobreza en el wallmapu porque la tierra no es propiedad privada, es recurso compartido y la nación mapuche ha sido empobrecida a la fuerza desde el contacto con el extranjero.
Los conquistadores eran  pobres que buscaban hacerse ricos en esta tierra.
“Igualdad” no es sinónimo de justicia. Hacer justicia es priorizar en aquellas heridas que llevan más tiempo, más urgentes.

8.- ¿Qué percepción tiene de los conflictos que ocurrieron recientemente (huelga de hambre)?

Somos descendientes de los sobrevivientes, por lo tanto la huelga era lamentablemente necesaria. Llevamos años, siglos reclamando, gritando, exigiendo el respeto por lo nuestro, nuestra cultura, nuestra cosmovisión, nuestra lengua, por las normas “legales chilenas”. Los gobiernos han hecho oído sordo a todas las demandas que en las organizaciones internacionales las reconocen y apoyan, menos en Chile.
¿De qué forma se hacen escuchar los chilenos? Los profesores, los mineros, los trabajadores de empresas contratistas, los funcionarios públicos, los de la salud etc., todos ocupan estas mismas formas de presión. Hace algunos años los transportistas ¿cuántas veces nos dejaron literalmente en la calle porque ellos estaban en huelga  de hambre?
¿Nos quedaba alguna otra alternativa si los presidentes de la república ni siquiera toman en consideración la voz internacional apoyando la causa mapuche?
Si no nos entienden en mapuche tendrán que hacerlo en chileno y el chileno hace huelga de hambre.
Claro que la huelga de hambre recién se hizo masiva a  los 50 días porque los otros 49 tuvieron un cerco informativo tan hermético que los medios de comunicación fueron incapaces de revelar la lucha mapuche.

9.- ¿Qué le parece que los activistas mapuche sean juzgados por la ley antiterrorista?
Una forma más de represión, de acallar, de conquistar, de matar. Es injusto, es una herramienta que muestra el sentimiento racista de esa ley sin justificación, que permite tantos atropellos anulando toda posibilidad de defenderse. No se comparan los maltratos recibidos, las acusaciones hechas.  
Los testigos ocultos son precisamente un factor de riesgo, de infamia.  No hay nadie que pueda legitimar la veracidad de los testimonios de estos testigos que perfectamente pudieron haber sido sobornados para atestiguar en contra de los hermanos mapuches.
Se debería aclarar el término terrorista que se quiere atacar. ¿Acaso los militares que llegaban allanando de madrugada las casas y sacando a sus moradores no fueron actos terroristas? Tengo entendido que esta ley fue promulgada durante la dictadura y no ha habido cambios desde entonces, ¿Qué sucede que a ellos no les afecta? Es más, son ellos los que continúan generando terror en las tierras mapuche y sin importarles la presencia de niños en el lugar…. Es inconcebible que la ley sea aplicada a unos y no a otros. Que haya protección.


10. ¿Qué formas de presión le parecen justificadas y eficaces para conseguir sus objetivos?
 Los organismos claramente no escuchan las demandas mapuche por las vías regulares y estamos obligados a acudir a todas las presiones que puedan permitir que en algún lugar se escuchen las demandas. Se ha criticado con fuerza la huelga de hambre de los comuneros vista como un suicidio, pero no se dan cuenta que vivir en un sistema de muerte y la vida por la causa es lo que devuelve la dignidad, lo que impulsa a que la cultura mapuche no muera es la alternativa de dejar de alimentarse la más lógica, la más coherente. 
 

11. ¿Qué opinión tiene del trabajo de la CONADI?
El gobierno de Aylwin creó la CEPI, Comisión Especial de los Pueblos Indígenas y las expectativas sobre su trabajo fueron muchas. Se creía que en cuanto llegara la democracia también llegaría la liberación de la nación mapuche. Las campañas electorales reflejaban el interés de este nuevo gobierno para reivindicar los derechos de todos los pueblos originarios, no sólo los mapuche. Pronto se hicieron las leyes indígenas, nació la beca indígena, los programas de apoyo a los pueblos originarios, el Indap contó con más recursos para subsidiar los cultivos, etc., se veía venir el florecer de una nueva etapa.
Al poco tiempo, cuando la Cepi se convirtió en la Conadi el asunto se politizó. Los mismos dirigentes comenzaron a caer en las mismas tentaciones de los políticos, esas que se ven en el ser humano cuando tiene poder. Muchos se acomodaron económicamente, desviaron fondos para asuntos personales y familiares, las becas empezaron a ser un negocio negro donde había que tener "pituto" para ser un beneficiario y, como para aparentar que la ayuda llegaba a todos, se podía extender a ciertos alumnos que estuvieran "organizados". Después de eso las becas pasaron a ser asunto directamente de la Junaeb (lo que empeoró las postulaciones).
La Ley Indígena nunca se respetó. De ser así nunca se habrían generado los negocios sucios de Ralco, Pascua Lama, Hidroaysén porque en la Ley se protege el derecho del agua, por ejemplo. La ley es una buena intención escrita en papeles que el Congreso y el sistema judicial no contemplan a la hora de dictar leyes o de fallar a favor de los pueblos originarios.
A la Conadi le dicen la “connadie", los mapuche no lo consideran como propio, como una oficina aliada a la causa, todo lo contrario, es vendida, es subversiva incluso. ¿Alguna vez se manifestó a favor, en contra o por lo menos opinó acerca de la huelga de hambre? nunca¡¡¡, es una vergüenza una ofensa ser parte de ella.
Se producen los mismos robos, los mismos atropellos, las mismas estupideces. Sólo cambian los rostros. Incluso se sabe que el actual director, Francisco Painemal, un empresario de apellido mapuche, ya destinó fondos de la Conadi como préstamos a su empresa. (Desde la época de Diego de Almagro que existen los yanaconas, los traidores).

12. ¿Qué diferencias percibe entre las políticas implementados por la Concertación y las que actualmente emprende la Alianza? 

La única diferencia es que vamos de mal en peor. Todos los candidatos, sin excepción, desde el retorno de la democracia, han utilizado a los pueblos originarios en sus campañas electorales y todos han prometido los cambios a su favor, pero ninguno, ni siquiera Bachelet se ha acercado a abordar la problemática actual mapuche, todo lo contrario, fue en su gobierno que los hermanos mapuche que hicieron noticia e historia con los 82 días en huelga de hambre, se les aplicó la ley antiterrorista sin otorgarles ni siquiera la posibilidad de defensa, menos hablar de "mesa de diálogo" porque nunca ha existido la voluntad política de querer abordar estos "dolores de cabeza para el gobierno de turno".

El gobierno de Frei terminó por matar la cultura pehuenche cuando permitió la construcción de Ralco y la destrucción del Bío-Bío. La flora y fauna de la zona era la cuna que veía nacer a las machis, la zona del resguardo de la cosmovisión mapuche. Actualmente el índice de suicidios de mapuche en la zona tiene que ver con la matanza de la vida natural que hizo ese gobierno en nombre del progreso para los chilenos y le dio su firma a Endesa (empresa española)

13. A su juicio, ¿Qué solución sería la ideal para resolver las tensiones chileno – mapuche? 

Conversando con muchas personas no mapuche sobre el tema territorial nos damos cuenta que el asunto es bien complicado porque hay una lucha de poder y de propiedad.


Mi opinión es ir a la fuente misma de la generación de estos conflictos: la tierra. 


¿Cómo es que los no mapuches llegaron a ser propietarios de las tierras mapuches? Hay que volver al año 1881 y recordar eso que se conoció como la "pacificación de la araucanía" cuando Cornelio Saavedra entró a tierras mapuche que en 300 años aún no eran incorporadas al territorio chileno por la resistencia indígena. 


Los actuales "dueños de las tierras mapuche" son los descendientes de los que engañaron, los que mataron. Es una tierra mal habida, como se dice, que en su origen tiene la semilla del mal, de la muerte y si los chilenos han dejado como herencia es la muerte. 


He escuchado a muchos defender los derechos de los chilenos apelando que no tienen la culpa de haber nacido allá (pobrecitos ellos), pero no hay intentos de entender que el mapuche es mapuche por la tierra, y no es un asunto de propiedad, de poder, para el mapuche la tierra es la razón de ser, el mapuche le pertenece a la tierra y no la tierra al mapuche.

14. Entre los mapuche hay distintas perspectivas acerca de su realidad y sus problemáticas ¿Cuáles son las principales distinciones? ¿Qué tensiones existen al interior? 
 

El wallmapu es una agrupación de diferentes pueblos unidos por un idioma, costumbres y creencias, pero que desde siempre han tenido distintos gobiernos e intereses que tiene relación con la zona geográfica que le tocó vivir. De ahí que se puede entender que el mapuche puede ser pehuenche, lafquenche, ñangche, puelche, picunche o williche, incluso otros más. Por lo tanto es desde su origen una nación de naciones, una confederación, y como tal ha sido una nación sin antecedentes jerárquicos al estilo de los grandes imperios precolombinos. 
 

Sí, hay diferencias como en todo grupo organizado, como este mismo Chile dividido en derecha e izquierda, como los allendistas y los pinochetistas. Sería un paraíso si no existiesen.

 

15. Desea agregar algo más al respecto.  

Me parece importante responder a dos preguntas que no aparecen:

¿Por qué siempre gana la derecha en la región de la Araucanía? 

Por temor. La mal llamada pacificación de Arauco fue infinitamente más cruel que la conquista española. Escuchar la historia de los abuelos relatadas por sus padres y abuelos hablan de mucho dolor, de miedo, de represión, de violaciones que marcaron a fuego para siempre al pueblo mapuche. No sólo lo empobreció económicamente, lo hirió a muerte.

La dictadura de Pinochet ha sido la más cercana, pero Chile ha sido gobernado por muchos militares dictadores, asesinos que no reprimieron a los chilenos que pensaban diferente, sino que continuó atacando a los hermanos recordando una y otra vez, una y otra vez esa historia dolorosa de 1881, y con eso paralizar el espíritu mapuche, silenciarlo, asumiendo una actitud de sometimiento que se mantiene en el tiempo.
 

Pinochet también hizo de las suyas. Entonces, para no seguir sufriendo, para no seguir recordando, para no seguir exponiendo a los niños y jóvenes a los vejámenes de los gobiernos, es que en el inconsciente colectivo es preferible ahorrarse la muerte y dar ese voto que es posible que no sea tan "secreto" y que en represalias los latifundistas siempre aliados a los gobernantes (Piñera - Douglas Tompkins) arremetan con más fuerza, con más poder, con más muerte. 

El problema de las grandes forestales es que estas traen especies foráneas como el pino y el eucaliptus que causan grandes erosiones y matanza del subsuelo.


Es verdad que son árboles, (naturaleza) pero están ligadas al dinero que pueden obtener. Uno de esos árboles no demora mucho tiempo en crecer, sin muchos cuidados, se reproducen fácilmente a diferencia de las araucarias, los alerces, los raulíes que son especies autóctonas. Basta con mirar el suelo que rodea a un pino: la tierra es árida, seca, no hay más vida debajo de ella (pasto, gusanos, bichos), su acidez mata la tierra, no se puede volver a sembrar nada.

En comparación a los bosques nativos, la biodiversidad es infinita. La relación entonces del mapuche con los bosques nativos es diferente, es de hermandad, es de complicidad.

Es muy fuerte esto de saberse descendiente de los sobrevivientes. Son tantas las historias que hablan de los antepasados aguerridos (no guerreros, porque la historia muchas veces nos muestra como si hubiésemos comenzado una guerra y no de la defensa legítima) que hablan de hombres fuertes, estrategas, sabios y que ya no están porque los exterminaron sin lograr la formación de nuevos líderes, y ahora dónde están? Están ahí donde nacen las nuevas organizaciones según este sistema, se encuentran formándose según los criterios actuales, las necesidades incluso políticas y es necesario conocer, informarse, por eso participo de las posibilidades que se puedan ofrecer.

Por un lado, uno sabe que al reconocerse y definirse públicamente como mapuche puede ser tratado como sujeto de discriminación en todas las formas pensables, por otro lado, también se sabe que no todos los sectores de la sociedad nos discrimina y en este grupo al escucharnos decir que somos mapuches se siente un clima de admiración, de alegría solidaria, de reconocimiento con lo que fácilmente uno puede caer en la tentación de utilizar esta autodefinición más como el trampolín de mejorar la autoestima, cayendo en juegos sicológicos de sentirse aceptada más que del asumirse en su propia condición. De ser así se cae en el error de folclorizar y lo que es peor, folclorizarse.

En mi caso sí, también pasé por ahí, pero creo que ya me encamino hacia la aceptación de la condición en la que me tocó nacer y desde aquí buscar. Buscar la felicidad, ejercer la misión de vida, luchar por la libertad de la nación mapuche y del ser humano integral.