El viento transmite el sonido de las hojas
trepando la roca.

Es la voz de un indómito pueblo

por miles de estrellas protegida.

(Rayen Kvyeh)

viernes, 10 de septiembre de 2010

Conflicto Mapuche y Psicología


La lucha de la nación Mapuche ha transcurrido desde la llegada de los españoles a nuestro país. Pero hasta hace algún tiempo se le ha tomado consideración a este problema de reivindicación y conflicto del pueblo mapuche desde muchas miradas por diversas disciplinas. Es por esto, que parte de esta publicación se basara en cómo la psicología puede abordar un tema con tanta contingencia e información como la del conflicto mapuche.

Para esto debemos tomar en cuenta varios acontecimientos de carácter social que están de alguna manera afectando a la etnia Mapuche, yendo en detrimento de su cultura, costumbres, idioma, religión, idiosincrasia e identidad y que los está llevando al punto álgido de su extinción.

Según Fernando Marcelo de la Cuadra (2001) existen seis factores que estarían incidiendo de forma acuciosa en esto y que serían:

a. Deuda histórica: uno de ellos es el vínculo que ha construido el estado chileno con respecto a las comunidades indígenas ya desde los orígenes de la república. Junto con la formación del Estado-Nación se supuso que todos los individuos que habitaban un determinado territorio regido por el estado chileno se transformaban automáticamente en miembros de este país. Siendo así, la totalidad de los pueblos originarios que habitaban el territorio chileno se transformaron automáticamente en ciudadanos, teniendo en el plano jurídico-normativo los mismos derechos y deberes que el resto de la población. Por el contrario, en un plano positivo la historia nacional nos ha demostrado que los pueblos indígenas han sufrido la permanente discriminación por parte de las autoridades del estado y de la población, lo cual se ha venido manifestando casi desde el comienzo de nuestra vida independiente, en la pérdida de su autonomía político-territorial y en la marginación de su cultura, religión e idioma del proceso formador de nuestra identidad nacional.

b. Proceso de colonización agrícola: en el contexto anteriormente señalado, a fines del siglo XIX se promulga una ley cuyo objetivo central consistirá en radicar a los pueblos indígenas en territorios delimitados (reducciones) para poder disponer de la mayor parte del territorio y llevar a cabo la colonización de las tierras del sur por parte de población chilena y extranjera (alemanes, italianos, croatas, holandeses). Bajo esta política, que duró hasta mediados del siglo pasado, los pueblos indígenas perdieron 9,5 millones de hectáreas de tierra, lo cual ha hecho de los Mapuches (gente de la tierra) una nación de minifundistas o de asalariados rurales en permanente migración por diversas zonas agropecuarias.

c. Empobrecimiento de los Mapuches:
los procesos de expropiación de tierras y de desplazamiento de las comunidades hacia zonas de frontera agrícola cada vez más frías e inhóspitas provocaron la destrucción de las bases productivas de las unidades Mapuches, provocando una creciente agudización de la pobreza de dichas comunidades.

d. Fragmentación y dispersión de las comunidades: la conjunción de la pérdida de las bases materiales de sustento y la profundización de la pobreza en las unidades de minifundio Mapuches causaron una fuerte emigración de su población hacia zonas urbanas, la cual se viene instalando en la periferia de la capital o de otras ciudades intermedias, engrosando las filas de los pobres urbanos.

e. Pérdida de espacio para manifestaciones culturales y de identidad Mapuche: una de las consecuencias de la instalación de la población Mapuche en las grandes y medianas ciudades ha sido la carencia de espacios donde puedan realizar las expresiones propias de su cultura, como la subordinación de sus tradiciones, lengua y religión en un medio urbano agresivo, dominante y excluyente. Ello se expresa finalmente en la agudización de un proceso de aculturación en el que se van perdiendo los rasgos de identidad cultural de dichas comunidades.

f. Persistencia de acciones de despojo:
en cuanto a la población que sigue habitando en las zonas de reducción, en el último período debieron enfrentar nuevas situaciones de desplazamiento o usurpación solapada de sus tierras por parte de empresas privadas nacionales o extranjeras. Esto último se ha constituido en una especie de catalizador de los aspectos antes señalados, detonando el conflicto entre los miembros de las comunidades afectadas por las diversas formas de despojo de sus tierras y las empresas instaladas en sus territorios.

De esta manera, estos factores influyen en la configuración de una etnia no aceptada, rechazada, discriminada y que por lo demás no es reconocida con el merito que se merece. Estos factores van en detrimento psicológico, moral y social afectando al desarrollo normal de niños y adolescentes, adultos y ancianos, que son maltratados por una opinión pública aviesa y que busca vender con la imagen y con la manipulación y tergiversación de la información.

Es aquí donde la psicología participa para definir cuáles son estas afecciones y porque se producen, el responder porqué los chilenos desconocemos a las etnias originarias, que pertenecen a nuestras raíces y que no han sido reconocidas por medio de las leyes y por lo propios chilenos. Además, el responder porque los chilenos se avergüenzan de sus pueblos originarios, la pérdida de identidad y porqué se les discrimina y cómo, el porqué los gobiernos han sacrificado a un pueblo que por lo demás se resiste a perder su idiosincrasia y territorio por el capital, por la entrega de los terrenos a privados.

De esta manera veremos que en el transcurso de este análisis, todos estos puntos se lograran analizar por medio de teorías como: la del discurso, del poder, del desarrollo, o teorías que abarquen la cultura y su desarrollo. Por otro lado, disponer de un análisis de carácter cualitativo que dé cuenta de las circunstancias en las que viven estas personas, su vida diaria, sus testimonios y de qué manera les afecta la contingencia nacional y su lucha personal y como pueblo.

Viernes 10 de septiembre de 2010

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